miércoles, 2 de julio de 2014

Astérix gladiador

En esta cuarta entrega de la colección de Astérix volvemos a reconocer el genio de sus autores a la hora de recrear la historia. En concreto, nos introducirán en el mundillo de los gladiadores, cómo se gestan los juegos, cómo se “reclutan”, cómo se preparan y cómo se enfrentan a la muerte como quehacer cotidiano.

Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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Para ello veremos a Caligula Pocospelus, Prefecto de la Galia haciendo una visita de cortesía a su amigo Graco Linus, centurión de Petibonum antes de regresar a Roma. Un detalle hacia su inferior y un compromiso puesto que le encarga la misión de capturar a un galo, a uno de los “irreductibles” para llevárselo a Julio César como regalo personal: Craso error.

El elegido será el bardo Asuranceturix, dado a las escapadas al bosque para desarrollar su talento (oculto) y ensayar entre las bestias. Entre las bestias cuando llega, porque es entonar una melodía y jabalíes, osos, ardillas, galos y romanos huyen por igual.

Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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El destino del galo será acabar en la arena del circo para deleite del pueblo romano, “panem et circenses” (pan y circo), que ansía ver a los famosos galos (que tantos problemas están dando) en el Coliseum. Pero claro, Asuranceturix resulta enclenque y tal es su constitución que su destino será ser devorado por las fieras.

Obviamente el secuestro, traslado, regalo y condena del bardo resulta una afrenta para los galos, que deciden enviar a Astérix y Obélix a la mismísima Roma para rescatarlo.

Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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En el trayecto tomarán un barco fenicio, en el que nos retratarán descarnadamente a dicho pueblo con su afán de mercantilistas peseteros, barretina calada, sus redacciones de contrato, su deslealtad para con la palabra dada y su manera de explotar a los socios hasta el último “sestercio”.

Aparecerán los “piratas”, que harán famoso en las sucesivas entregas el grito de alarma “¡Los ga- los ga-, los gaga-, LOS GALOS!" porque una y otra vez fletarán barcos para ser hundidos por nuestros amigos.

Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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Nuevamente impregnarán la historia antigua con pinceladas características del s.XX, tales como el turismo, haciendo del corazón del Imperio el destino deseado por todos los habitantes de sus provincias para ir a visitarlo y comprar recuerdos que inmortalicen la visita.

Incluso se permiten hacer un guiño a la Publicidad, con tres tinajas de vino "patrocinando" los juegos.

Mención aparte merecen las viñetas dedicadas a las termas romanas en donde con tres gracias de Obélix, veremos cuál era el método que empleaban los romanos para darse los baños, en Cáparra, (Plasencia), hay unas ruinas dignas de ser visitadas de una sauna. En ellas se pueden observar el caldarium, el templarium y el frigidarium: método empleado en las saunas para ir elevando progresivamente el calor del cuerpo. Pero si digno es ver las ruinas de las salas, más impresionante resulta ver el alcantarillado, (y hago un inciso para reírme recordando la escena de La vida de Brian en la que Monty Python nos regala una de las mejores alusiones a la civilización romana en una de las mejores películas de la historia, aquella en la que enumeran una serie de puntos positivos de la ocupación imperial).

Y sobre los gladiadores… Hay tanto que decir… Creo que haré un artículo exclusivo sobre este tema, porque es curioso y hasta de interés. Mientras tanto decir que los gladiadores podían ser esclavos, (por lo general), legionarios arruinados, comerciantes venidos a menos u hombres libres que decidían hipotecar su libertad para jugarse el pellejo en el trabajo mejor pagado de toda la historia. Pues los gladiadores vivían la vida a cuerpo de rey, viviendo cada minuto como si fuera el último. Cierto es que morían como chinches, (si no, no hay misterio en el asunto), pero aquellos que iban cosechando victorias terminaban encumbrados como héroes de Roma y ganaban fortunas que eran imposible de ser dilapidadas. Comían los mejores alimentos, les cuidaban los mejores médicos y se beneficiaban a cuanta mujer se les pusiera por el camino en un frenesí de músculo, sangre, violencia, lujo, lascivia desmedida y patricias enloquecidas en busca de la esencia del mejor luchador.


Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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Lo hacían para concebir retoños para sus maridos (quienes pasaban por alto, cuando no estimulaban, que sus esposas yacieran con estas "máquinas de matar"). El atractivo de dichas fieras, amén de saberles portadores de unos genes de campeones, es que además las hacían retorcer de placer lascivo pues arrancaban un patagium (túnica femenina), un lisimium (banda de lino para sujetar y alzar el pecho) y sobre todo en Roma: la stola (vestido femenino, propio de Roma inspirado en la antigua Grecia) con el mismo arte que ensartaban a sus rivales en la arena y les arrancaban la piel a tiras.

Para el gladiador todo era a vida o muerte, a sabiendas de que cada cosa que disfrutaban era posiblemente la última vez que la harían, puesto que el promedio de vida de uno de ellos era de seis meses desde que había ingresado en la escuela de gladiadores.

Ni que decir que los galos, (los nuestros, los del cómic), pondrán a todos en su sitio y harán vibrar a la afición de Roma, 55.000 romanos muertos de hambre y sed de sangre rendidos a sus pies.

Astérix gladiador - Astérix y Obélix - el troblogdita - ÁlvaroGP - Álvaro García
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Y en materia de gastronomía… Se superan. Aparecen setenta referencias directas o indirectas a los guisos, usos y productos alimenticios, el vino para los oficiales romanos, el jabalí para el galo y el perejil para que los legionarios se puedan tapar los oídos y secuestrar al dichoso bardo... Un apunte éste, el gastronómico, que no puedo dejar de observar dada la importancia que los propios Uderzo y Goscinny dan a la materia.



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