lunes, 6 de octubre de 2014

El Síndrome de Estoeselcolmo II: Caja Madrid

Acabo de rescatar el artículo que publiqué el pasado 25 de mayo que titulé "El Síndrome de Estoeselcolmo: Elecciones al Parlamento Europeo".

Pues bien, rescato artículo y título para empezar una de mis "sagas" de artículos bajo el mismo título por la que circularán nuestros amigos jueces, políticos... y cualquier figura pública (fundamentalmente) que haciendo uso de su cargo, prevarique, estafe, time, robe o cualquier otra acción que contribuya a corromper el concepto de Democracia y a pervertir la convivencia entre ciudadanos.


Tweet manifestando mi descontento con el caso Caja Madrid (#CajaMadrid), con partidos políticos y sindicatos
Síndrome de Estoeselcolmo II: Caja Madrid - repaci31 - el troblogdita

Y lo hago porque creo que sinteticé el malestar general, no con el asunto de Caja Madrid, que ya les vale, si no con todos los involucrados y las instituciones que lo hacen posible. En una España en la que el consenso es impensable, en la que las leyes nacen con fecha de caducidad (no hay sentido de Estado en conceptos claves como Educación, Sanidad, Interior, Defensa, Exterior, Justicia, Economía por no incluir aspectos abstractos como "lo Social"), nos desayunamos cada día con corruptos y corruptelas, no importa que "parlem catalá" (Clan Pujol: CiU), un perfecto castellano (Caja Madrid: PP, PSOE, IU y sindicatos), o un gracioso dialecto andalú ("erre que ERE" en Andalucía con todo el gobierno andaluz del PSOE, CCOO y UGT).

Los protagonistas podrán variar de una a otra provincia, las siglas de los partidos irán saltando del uno al otro, casi siempre a la sombra de los sindicatos con cierto tufillo a gambas e ibéricos... Pero lo que no varía es la decepción general cada vez que se ventila un nuevo caso de CORRUPCIÓN en el que nuestros representantes políticos, puestos por nosotros en sus cargos, votados por nosotros, pagados, mantenidos y "retirados" por nosotros, se repartan España a dentelladas como si fueran hienas,  metiendo el hocico para coger tajada.

Es inconcebible que la clase política sea tan inculta, esté tan poco formada y tenga un único objetivo cuando salta a la primera división política (incluso en Autonomías y Ayuntamientos): tengo cuatro años para llenarme los bolsillos, para colocar amigos y familiares, recalificar esas tierras del tío Eustaquio que me van a suponer un pelotazo con el AVE, cobrar todas las comisiones que pueda exigir a contratistas y proveedores, y sobre todo hacerlo aforado y sabiendo que en otros cuatro años remataré mi tarea con la máxima pensión del Estado sin haber, en muchos casos, terminado si quiera los estudios, ocupado como estaba en dar puñaladas por los pasillos de mi partido político desde los 16 añitos.

No es suficiente devolver lo que se ha robado. Todos los implicados (en todos los casos) cuya participación y/o autoría de los hechos sea demostrada tienen que devolver todo lo que hayan robado, por supuesto, y después pagar por ello tanto con sanción económica como pasando por la cárcel (qué acertado estuve al mencionar a Berlanga y su Todos a la cárcel en el tuit). Pero claro, es la pescadilla que se muerde la cola. Antes de meterse en todos estos tejemanejes económicos, que si el 3% en Cataluña, los ERE en Andalucía y ahora las tarjetas de Caja Madrid... antes de todo eso, nuestros políticos se preocuparon por sentar a los mismos jueces que ahora les juzgarán en sus sillones.

Y vuelta a empezar.

Es peor que lo explicado en Cosas de la Cosa Nostra. Nuestra mafia es diferente, es política, policial y judicial, está enquistada en los órganos de gobierno, la padecemos desde la escuela, en donde nos ponen los mismos tapaojos que a los burros, se filtra a través de las televisones y radios (cuyas licencias no lo olvidemos, las conceden las Autonomías y/o Estado), la padecemos en nuestros bolsillos, retuercen y pervierten a las fuerzas del orden promocionando y ascendiendo a quienes demuestren ser más maleables y emponzoñen las cloacas del Estado con servilismo político, la vemos a través de una Justicia que es todo menos ciega y la votamos cada cuatro años legitimando el latrocinio de sus listas cerradas.

Y dicho todo esto, vuelvo a mi tweet.

No hay Política de Estado en ningún caso, no hay unidad de criterio sobre España de puertas para adentro ni tampoco hacia fuera, no hay perdón a los errores de unos y otros, pero eso sí... Si los sentamos juntos en un Comité de Dirección, ahí sí saben dejar de lado las diferencias, sí saben hacer un plan conjunto y sí saben repartirse las tarjetas como buenos hermanos para llevárselo calentito.

Lo que haya unido Caja Madrid que no lo separe un Juez ;)

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